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miércoles, 18 de junio de 2014

La Tecnología en Medicina

"La Medicina es la más humana de las artes, la más artística de las ciencias y la más científica de las humanidades". Pellegrini.
¿Qué puedo decir de la fortuna de haber vivido como médico en la última mitad del siglo XX y en las primeras décadas del siglo XXI?

Primero debo reconocer que genera nostalgia recordar cómo aprendí Medicina... no tan lejos, no hace tanto tiempo... pero sí hace mucho conocimiento.

¿Cómo explicar que lo que aprendí en los 6 años de estudio en la Facultad de Medicina era en gran medida obsoleto 15 años después? ¿Cómo entender que la Medicina que aprendí en mi escuela no existe más el día de hoy?

Al iniciar mi carrera de Medicina, la colecistolitiasis se diagnosticaba por métodos como el colecistograma oral o la colangiografía intrevenosa o percutanea.  Solo unos años después, aquí en Monterrey, se utilizaba ampliamente ya el ultrasonido, que proveía imágenes no invasivas y de excelente calidad, ahorrando al paciente tiempo, dinero y sufrimiento.

Cuando hice mi residencia de Ginecología y Obstetricia, el ultrasonido obstétrico casi nunca se utilizaba. Aprendí a diagnosticar quistes de ovario con tactos vaginales, a identificar miomas o lesiones con la pura clínica. Ahora, los nuevos residentes tienen la gran ventaja de contar con la tecnología, pero también han perdido un poco de la sabiduría del pasado.  Todo avance deja atrás un conocimiento previo, que se utilizaba para resolver un problema determinado antes de que la tecnología planteara una solución aparentemente mejor.

Y si digo aparentemente no es porque quiera cuestionar el beneficio importante que la tecnología nos brinda. Claro que no. De hecho, es claro que la tecnología ha salvado millones de vidas. Gracias a la tecnología tenemos ahora grandes avances en el uso de la imagen médica, tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de enfermedades. Gracias a la tecnología tenemos ahora una impresionante gama de recursos que nos permiten introducirnos al mundo de la genética, de la robótica, al mundo microscópico e incluso al muundo nanoscópico.

No puedo negar que la tecnología nos ha revolucionado. Pero sigo creyendo también, que algo hemos perdido en el camino. Puedo afirmarlo porque mis maestros en la especialidad, fueron diestros, expertos, artistas diría yo, en el manejo del parto vaginal complicado. Tuve la fortuna de verlos hacer maniobras con fórceps que ya no se practican, tuve la oportunidad de ver como llevaban a cabo procedimientos de diagnóstico o de tratamiento que ahora no se ven más. Así como hemos ido perdiendo poco a poco ese conocimiento, la tecnología nos trae nuevos conocimientos, y hace obsoletos a otros más.

Las comunicaciones, la capacidad de conectarnos a través de la distancia, ha marcado un hito en la práctica
de la Medicina. Vivimos ahora en una pequeña aldea llamada planeta Tierra, si alguien quiere conversar con alguien que está en el otro extremo del planeta, basta que tenga una conexión a internet, y podrá verle y hablar con esa persona en una forma prácticamente gratuita.

Somos un pequeño pueblo llamado Tierra, en el que vivimos unidos en la distancia gracias a la tecnología.

Ojalá aprovechemos en la ciencia médica, para que esa cercanía tan extraña, se traduzca en compartir lo que sabemos, en adquirir y proporcionar nuevos conocimientos con el único propósito de hacernos el bien entre vecinos.

Al fin y al cabo, en este siglo, todos en la Tierra ya somos vecinos.

jueves, 15 de noviembre de 2012

El Modelo de Gestión del Conocimiento del CSC del ITESM aplicado a la Medicina

Esta entrada es un esfuerzo incipiente por describir el modelo propuesto por el Centro de Sistemas de Conocimiento del Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey y su posible aplicación al campo de la Medicina.

En estos últimos 30 años, es tanta la innovación y el desarrollo generados en todos los campos de la ciencia, que en muchos de ellos, los cuerpos de conocimientos están teniendo que modificarse en su taxonomía. Nuevas disciplinas dentro de áreas específicas de la ciencia obligan a incluir nuevos apartados, nuevos descubrimientos en temas que se consideraban maduros, han obligado a replantear la forma en la que estos temas se expresan.

En Medicina, la abundancia de nuevo conocimiento nos lleva a la necesidad persistente de revisarlo, validarlo y ver si es relevante para la práctica profesional. En el ejemplo clásico de un libro de texto, se agregan nuevas secciones, se agregan nuevos capítulos dentro de las secciones, se amplían y modifican los contenidos de los capítulos, para dejar disponible aquello que es significativo de acuerdo a los nuevos descubrimientos.

La Gestión del Conocimiento es una disciplina versátil y penetrante en el sentido de que, aunque desarrollada inicialmente en el contexto de los negocios, es también aplicable a cualquier actividad humana, porque el conocimiento lo es. En este campo, que como nueva disciplina ha emergido en los últimos 30 años, diferentes autores han desarrollado esfuerzos para generar una taxonomía general.



Yo me identifico plenamente con la propuesta elaborada por el Dr. Francisco Javier Carrillo y por su cuerpo de investigadores en el Centro de Sistemas de Conocimiento del Tecnológico de Monterrey. Esta propuesta parte del concepto de que el conocimiento es un acto que se da solo si participa el objeto que es conocido o se debe conocer, el sujeto que conoce y el contexto en el que los dos primeros intervienen. Identifica todo acto de conocimiento como un elemento que en su alineación genera valor en el proceso al cual se aplica.





El proceso productivo, ha sido descrito por los economistas como aquel en el que se tiene una entrada (capital de inversión), se le aplica un proceso, que es ejecutado por medio de un agente (capital humano) utilizando instrumentos (capital instrumental) y se obtiene un producto (valor) que retroalimenta al sistema.






Al aplicar el modelo de Gestión del Conocimiento propuesto por el doctor Carrillo, al proceso productivo descrito en el párrafo anterior,  tenemos como resultado la descripción gráfica de un sistema de capitales que al alinear todos los elementos de valor, tangibles e intangibles, permite optimizar los recursos de una organización y potenciar su valor. implica que el conocimiento es un valor intangible que constituye un enorme peso en la capacidad de nueva generación de valor por parte de las organizaciones,  y que es ejercido:



a) A través del agente (el sujeto del conocimiento), ya sea en un contexto individual, utilizando sus competencias, en un contexto de equipos de trabajo o de comunidades de práctica, desarrollando y aplicando prácticas de valor, y en un contexto organizacional, consolidando un cuerpo de conocimientos que en su conjunto es mayor que la suma de sus partes y que se define como aprendizaje organizacional, elementos que en su conjunto son ahora conocidos como capital humano.

b) Utilizando los repositorios de memoria organizacional (el objeto del conocimiento), por medio del desarrollo de métodos, guías, procesos, protocolos, herramientas y aplicaciones, y que son conocidos ahora como capital instrumental.  y

c) Aplicados en el entorno referido como capital articulador (la capacidad financiera y la capacidad relacional) y como capital referencial (el entorno interno o identidad y el entorno externo o inteligencia) y que constituye el contexto en el cual se da el acto del conocimiento.




Quienes practicamos la Medicina hacemos Gestión del Conocimiento todos los días: lo adquirimos o lo generamos, lo organizamos y lo transformamos, lo transferimos y lo hacemos crear valor. Así ha sido siempre, aun en la prehistoria, cuando la Medicina se basaba en componentes mágicos.

Esta realidad actual podemos sintetizarla de la siguiente forma:

La Gestión del Conocimiento es inmanente a la Medicina, aunque el fruto de la actividad médica trascienda a la misma. No es posible practicar la Medicina sin tener como una condición sine qua non la gestión del conocimiento, por lo que podríamos afirmar, que la Ciencia Médica no existe sin la Gestión del Conocimiento. Y que por lo tanto la Gestión del Conocimiento, aunque no reconocida previamente como una disciplina, ha existido desde que la Medicina emergió para cumplir con su misión.


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La aplicación pragmática del modelo de gestión del conocimiento, requiere el desarrollo de métodos específicos, que de hecho son propios de las disciplinas en las que son aplicados.

En las organizaciones y grupos médicos, los métodos por medio de los cuales se genera o se adquiere el conocimiento, los métodos para codificarlo, compartirlo y aplicarlo son sutilmente distintos a los que se utilizan en otros campos, tal como el método científico general se particulariza en las distintas áreas del saber.


 ¿Cómo se genera el conocimento, cómo se adquiere en Medicina? ¿Cómo se comparte y cómo se aplica? Esto es algo que se da en el entorno de los médicos.  Por eso, los métodos son propios de quienes somos médicos. Y solo en los médicos reside la posibilidad de desarrollar nuevos métodos para aplicarlos a un modelo.

Aún así en una forma general se puede describir una tipología general de las modalidades de conocimiento que se aplican en la práctica médica. De acuerdo con Syed Sibte Raza Abidi, en el libro Healthcare Knowledge Management, estas modalidades son:


  • El conocimiento tácito de los profesionales de la Medicina, en términos de sus habilidades para la solución de problemas, el juicio clínico y la intuición. 
  • Las experiencias clínicas de los profesionales (ya sean registradas o presenciadas) y lo que se ha aprendido a través de la práctica de la profesión. 
  • Las discusiones grupales de casos clínicos, para resolver en forma colaborativa los casos complicados. 
  • La literatura médica y las guías de práctica clínicas publicadas. 
  • El conocimiento operativo, en términos de protocolos y diagramas de flujo. 
  • Contenidos de educación médica para profesionales de la Medicina. 
  • Intervención específicas de educación para pacientes. 
  • Discusiones entre grupos de pacientes. 
  • Sistemas de apoyo a las decisiones encapsulados como reglas de decisión obtenidas de expertos en la materia o de modelos inducidos por bases de datos. 
  • Redes sociales que involucran miembros de una comunidad de práctica remarcando sus patrones de comunicación, intereses profesionales e incluso su expertise. 
  • Conocimiento mediado por datos, derivado de minería de datos en salud sobre observaciones clínicas, pruebas diagnósticas y tratamientos registrados en expedientes médicos y almacenados en repositorios de datos clínicos.  


La aplicación de este modelo y de estos métodos, apoyados en la época en que nos toca vivir, ante la explosión de las tecnologías de la información y las comunicaciones, ante la emergencia del hardware, del software, de la social media y de las redes sociales que corren a través de ella hacen posible y necesaria la existencia de herramientas que permitan desarrollar una práctica profesional alineada con los recursos existentes en el siglo XXI, una práctica profesional que muchos autores definen como Medicina 2.0.

En las próximas entradas, hablaré sobre nuevas herramientas, definidas en sus categorías de hardware, software, gadgets, widgets, social media, redes sociales, aplicaciones desarrolladas, que permiten una apropiada gestión del conocimiento (Generación, Adquisición, Codificación, Flujo y Aplicación).

Los conceptos expresados en esta entrada contienen elementos que son propiedad intelectual del Centro de Sistemas de Conocimiento, que están publicados en diferentes sitios de internet. Son también propiedad de autores referenciados como el Dr. Francisco Javier Carrillo y como Syed Sibte Raza Abidi. En el desarrollo del modelo aplicado a la Medicina, sobre todo en lo concerniente al desarrollo de prácticas de valor y comunidades de práctica, he contado con el apoyo y asesoría de la Dra América Martínez.

El paso del modelo teórico, al método y a la aplicación pragmática de herramientas, ha sido una decidida actividad en la que se ha enfocado el trabajo del Dr. Gabriel Valerio, uno de mis maestros en la Maestría de Administración de Tecnologías de Información con especialidad en Administración del Conocimiento. Su asesoría ha sido invaluable para aterrizar conceptos teóricos y llevarlos al trabajo diario.

La articulación de dichos conceptos y otros conceptos más, son una expresión original de los autores referidos y del autor de este blog   (Dr. Sergio Villarrea González). Su copia solo es válida referenciando al autor del mismo blog.